Por Jorge Cuevas
Corría el año de 2008, John Cena era el luchador más importante de la WWE y en una de sus visitas a México, posó con una camiseta de Cruz Azul que alguien le regaló, pero no fue cualquier playera, porque hasta la personalizaron con con su nombre y el dorsal 10. Desde ese momento, la máxima estrella de la empresa de lucha libre es un fan celeste más.
Cabe mencionar que en aquel momento, Cruz Azul era uno de los equipos más importantes y fue cuando llegó a varias finales consecutivas, pero sin tener éxito de levantar el campeonato.
Desde mi trinchera como periodista deportivo y fiel seguidor de la Máquina Cementera, he tenido el privilegio de presenciar cómo la pasión celeste se extiende más allá de nuestras fronteras. Cruz Azul no es solo un equipo de fútbol, es un símbolo de identidad, de lucha y de esperanza que une a millones de aficionados en todo el mundo.
La popularidad de Cruz Azul trasciende generaciones y continentes. Desde aquellos gloriosos años 70, donde la Máquina dominaba el fútbol mexicano y conquistaba títulos internacionales, hasta la ansiada novena estrella, la afición celeste ha demostrado una lealtad inquebrantable.
En cada rincón del planeta, hay un corazón celeste latiendo con fuerza. En Estados Unidos, donde la comunidad mexicana es numerosa, los estadios se pintan de azul cada vez que juega Cruz Azul. En Europa, Asia y Sudamérica, los aficionados siguen los partidos a través de la televisión e internet, demostrando que la pasión celeste no conoce límites geográficos.
Pero la popularidad de Cruz Azul no se basa solo en la pasión de sus aficionados. También se sustenta en una historia de constancia y entrega. A lo largo de sus más de 97 años de historia, la Máquina ha sido uno de los equipos más regulares del fútbol mexicano, participando en numerosas finales y conquistando importantes títulos.
La regularidad de Cruz Azul es un sello de identidad que lo distingue de otros equipos. A pesar de los altibajos, la Máquina siempre ha estado presente en la lucha por los primeros lugares, demostrando una capacidad de resiliencia admirable.
Esta constancia se refleja en su palmarés, donde destacan 9 títulos de Liga MX, 4 Copas MX, 3 Campeón de Campeones y 6 títulos de la Concacaf Liga de Campeones. Estos logros son el resultado de un trabajo constante y de una filosofía de juego basada en la entrega y el sacrificio.
La Máquina no se rinde fácilmente. A pesar de las adversidades, siempre encuentra la manera de levantarse y seguir luchando. Esta mentalidad ganadora es lo que ha convertido a Cruz Azul en uno de los equipos más respetados del fútbol mexicano.
Pero el legado de Cruz Azul va más allá de los títulos. La Máquina representa valores como la humildad, el trabajo en equipo y el respeto. Estos valores se transmiten de generación en generación, creando un sentido de pertenencia y orgullo entre los aficionados.
Cruz Azul es un equipo que se identifica con su gente. La afición celeste es parte fundamental de la historia del club, y su apoyo incondicional ha sido clave para los éxitos de la Máquina.
La conexión entre el equipo y su afición es única. En cada partido, los jugadores sienten el aliento de su gente, y esa energía los impulsa a dar lo mejor de sí mismos.
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