Llegó como figura a Cruz Azul, bajó su nivel y se fue a hacer talacha a otro país

De las cosas que más se extrañan del equipo campeón de la novena es esa sólida defensa que acabó como la mejor del torneo, incluso del año y si nos vamos mas allá está entre las mejores de la década. Del muro celeste que se impuso en aquel año solo quedan dos hombres y los recuerdos.

En Cruz Azul parece hay una gran tradición en traer jugadores que jugaron en las wilas y convertirlos en ídolos cementeros. En los noventas empezó con Carlos Hermosillo, el grandote de cerro azul se volvió en leyenda del club, máximo anotador histórico y el hombre encargado de darle la octava a la Máquina.

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Otro ejemplo es Christian Giménez, el Chaco tuvo un paso bastante malo con las wilas y después llegó a convertirse en el último gran 10 de la Máquina. En los 7 años que estuvo en el equipo logró hacerse del cariño de la gente y trascender a la historia celeste como leyenda.

El último caso de esto fue Pablo Aguilar, el defensa central que llegó para convertirse en el patrón de la saga, poner en cintura al Cata y armar un verdadero trabuco en la defensa celeste. El paraguayo nunca ocultó su amor por Cruz Azul, pero eso parece no le fue suficiente para permanecer en el equipo.

¿Dónde está ahora Pablo Aguilar?

El defensa central juega en su natal Paraguay con Sportivo Luqueño, equipo en el que debutó y al parecer será su último club en su carrera, pues ya no se ve lejano el retiro para este jugador histórico de Cruz Azul que logró lo que muy pocos pudieron, ganarlo todo con la Máquina.