Por Gonzalo Gonzales
Para la máquina cementera de la Cruz Azul, el inicio de torneo ha sido un auténtico tormento con derrotas dolorosas y peor aún, con un nivel de juego que parece no tener una solución hasta ahora. La pretemporada así como dicen los canones del fútbol no es reflejo de como jugara el equipo durante el campeonato.
En algunos casos, son auténticos espejismos y ejemplos hay muchos, basta con voltear a ver a este Cruz Azul, equipo campeón de la Copa Sky que venía demostrando ser un equipo compacto, sí con carencias en el ataque pero con armas para darle una variedad importante al equipo y a que no sufra más adelante.
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La planeación, los malos manejos de los que acusan a la actual directiva y la falta de refuerzos son algunos de las variables que sumadas todas, resultan en un equipo sin delanteros con gol, mediocampo sin posesión de balón y una defensa de nivel de Liga de Expansión como es mencionado en muchas ocasiones en redes sociales.
La última muestra de que las cosas no van bien es el fin pasado cuando ‘Potro’ Gutiérrez dejó en la banca a uno de los últimos refuerzos de cartel que llegaron a la máquina. Un jugador de la talla y de la jerarquía que tuvo en Puebla debería de ser por lo menos sinónimo de minutos de juego para Christian Tabó.
Dejarlo comiendo banco fue la gota que derramó el vaso. Tabó es un jugador con buena complexión física y gran pegada, algo que sin dudas Cruz Azul necesitaba el fin de semana pasado cuando estaba por debajo del marcador. Su suplencia es reflejo de la falta de nivel y de confianza que ve el Potro en el delantero uruguayo.
23/11/2024
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