La espinita clavada que tiene el Conejo Pérez como directivo de Cruz azul

El cargo que hoy tiene Iván Alonso en Cruz Azul, algún día fue del Conejo Pérez. Desafortunadamente, el amor que sentía por el equipo no significa que le iría bien en su gestión , porque la realidad fue otra. Llegó años después del campeonato y su paso por la "Máquina" es más olvidable que otra cosa.

"Me hubiera gustado hacer muchas más cosas, pero bueno, hay veces que se dan las cosas, hay veces que no. Quizás eran circunstancias que no permitieron que pudiera funcionar de la mejor manera y ni modo. No pude hacer más y nada, me quedo con esa espinita, pero creo que fue tiempo de mucho aprendizaje y que me ha servido mucho para tomar decisiones, para manejarme mejor, en cada momento. Y eso lo agradezco mucho", contó para Vamos Azul.

"El Conejo" de Dos Caras: De Leyenda Celeste a Directivo Olvidable en Cruz Azul

Óscar "El Conejo" Pérez. Un nombre que evoca gloria, pasión y entrega en la memoria de todo cruzazulino. Un guardameta que se convirtió en leyenda, un símbolo de lucha y perseverancia, un campeón indiscutible. Pero también, un directivo que dejó una huella de decepción, un paso fugaz y olvidable por la dirección deportiva del Cruz Azul. La dualidad de "El Conejo" Pérez, un contraste que duele y que obliga a la reflexión.

Como un aficionado celeste de corazón, crecí admirando a "El Conejo". Lo vi defender nuestro arco con valentía, lo vi levantar el trofeo del Invierno 97, lo vi convertirse en un referente indiscutible. Su entrega, su liderazgo y su amor por la camiseta lo convirtieron en un ídolo, en un ejemplo a seguir.

El Conejo Jugador: Un Legado Imborrable

"El Conejo" Pérez fue mucho más que un portero. Fue un símbolo de resistencia, un guerrero incansable que nunca se rindió. Su agilidad, sus reflejos y su capacidad para atajar balones imposibles lo convirtieron en uno de los mejores guardametas de la historia del fútbol mexicano.

Pero más allá de sus cualidades técnicas, lo que realmente lo hizo grande fue su mentalidad. Era un líder nato, un jugador que contagiaba su espíritu ganador a sus compañeros. Su presencia en el campo transmitía seguridad y confianza, y su voz se escuchaba con respeto en el vestuario.

Su legado como jugador es incuestionable. Es un referente histórico del Cruz Azul, un ídolo que dejó una huella imborrable en la memoria de la afición. Su nombre siempre será sinónimo de gloria, de lucha y de pasión.

El Conejo Directivo: Una Decepción Dolorosa

La ilusión de ver a "El Conejo" Pérez regresar al Cruz Azul como director deportivo era enorme. La afición esperaba que su experiencia, su conocimiento y su amor por el club se tradujeran en decisiones acertadas, en un proyecto deportivo sólido que devolviera al equipo a los primeros planos.

Pero la realidad fue muy diferente. Su paso por la dirección deportiva del Cruz Azul fue un fracaso rotundo. Las decisiones tomadas, las contrataciones realizadas y la falta de un proyecto deportivo claro dejaron mucho que desear.

Se percibió una falta de visión, una incapacidad para construir un equipo competitivo. Las críticas de la afición fueron constantes, y la presión sobre "El Conejo" Pérez fue en aumento.

Su salida del club fue inevitable. Dejó un sabor amargo, una sensación de decepción profunda. La ilusión de verlo triunfar como directivo se esfumó, dejando un vacío en el corazón de la afición.

Las Razones del Fracaso

¿Qué fue lo que falló? ¿Por qué "El Conejo" Pérez no pudo replicar su éxito como jugador en su etapa como directivo? Las respuestas son complejas y multifactoriales.

Quizás la falta de experiencia en la dirección deportiva fue un factor determinante. Quizás la presión del cargo fue demasiado grande. Quizás la falta de un proyecto deportivo claro y definido impidió que pudiera tomar decisiones acertadas.

Lo cierto es que su paso por la dirección deportiva del Cruz Azul fue un fracaso. Y como aficionado celeste, me duele reconocerlo.