Por Jorge Cuevas
Vicente Sánchez esperaba una eliminatoria más complicada ante Seattle Sounders. El marcador final de 4-1 a favor de Cruz Azul no refleja lo que fue el partido en los trámites generales.
La "Máquina" sí dominó gran parte del encuentro, pero cuando Seattle hizo el gol, las cosas para Cruz Azul se complicaron y no fue un partido tan sencillo como el charrúa menciona.
Pero, afortunadamente la victoria le da el beneficio de la duda sobre sus palabras y puede asegurar su trabajo al menos unas cuantas semanas más.
Vicente Sánchez, el técnico interino de Cruz Azul, ha logrado un respiro en la Champions Cup. La victoria ante el Seattle Sounders, con un dominio inicial notable, ha generado un halo de optimismo en la Noria. Sin embargo, la euforia debe ser cautelosa. La fragilidad mostrada por el equipo cuando el rival acortó distancias revela que aún hay mucho trabajo por hacer. ¿Es la mejoría de Sánchez un espejismo o un paso firme hacia la consolidación?
Cruz Azul mostró una versión prometedora en la primera parte del partido ante el Seattle Sounders. El equipo celeste dominó el mediocampo, generó peligro en el área rival y mostró una solidez defensiva que hacía tiempo no se veía.
La estrategia de Vicente Sánchez pareció funcionar a la perfección. El equipo se mostró ordenado, con una idea clara de juego, con una actitud ganadora. Los aficionados celestes, ávidos de un equipo competitivo, se ilusionaron con la posibilidad de ver a su equipo retomar el camino de la victoria.
Sin embargo, la fragilidad mostrada por Cruz Azul en la segunda parte del partido generó preocupación. Cuando el Seattle Sounders acortó distancias, el equipo celeste se desmoronó. El nerviosismo se apoderó de los jugadores, la confianza se desvaneció, las dudas afloraron.
Vicente Sánchez, desde el banquillo, mostró signos de nerviosismo. Sus decisiones tácticas fueron cuestionables, sus cambios no lograron frenar el ímpetu del rival. El equipo se mostró dubitativo, sin capacidad de reacción, sin liderazgo en el campo.
La inestabilidad mostrada por Cruz Azul ante el Seattle Sounders revela que el equipo aún está en construcción. Vicente Sánchez necesita tiempo para consolidar su proyecto, para inculcar su idea de juego, para fortalecer la mentalidad de los jugadores.
La inconsistencia ha sido una constante en el equipo celeste. Los momentos de brillantez se alternan con momentos de fragilidad, de desconcentración, de falta de confianza. El equipo necesita encontrar un equilibrio, una regularidad, una identidad.
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