Por Jorge Cuevas
Seattle Sounders estaba a un gol de poner a Cruz Azul contra las cuerdas y parecía que lo iban a conseguir, pero llegó el cambio que necesitaba la “Máquina”… Luka Romero y las redes explotan por el talentazo de la joya.
Entró para cambiar el partido, para hacer el gol que tranquilizaría a Vicente Sánchez y casi como una cachetada con guante blanco, le respondió dentro de la cancha con la anotación ante lo borrado que lo tenía el DT.
La Noria ha vuelto a vibrar. El nombre de Luka Romero resuena con fuerza en los corazones de la afición celeste. Tras meses de ostracismo y una inexplicable ausencia en el once titular, el joven argentino-mexicano ha vuelto a enamorar a la hinchada de Cruz Azul. Su gol en la Champions Cup, un destello de talento y garra, ha encendido la chispa de la ilusión y ha desatado una exigencia unánime: ¡Luka Romero titular indiscutible!
La historia de Luka Romero en Cruz Azul ha sido un relato de frustración y desconcierto. Llegó a la Noria con la etiqueta de promesa, de jugador capaz de revolucionar el ataque celeste. Sin embargo, la realidad ha sido muy diferente. Vicente Sánchez, el técnico interino, lo relegó al banquillo, sin dar explicaciones, sin justificar su decisión.
La afición celeste no entendió la falta de oportunidades de Romero. Consideraron que era un desperdicio de talento, una injusticia, un error que podría costarle caro al equipo. La pregunta que resonaba en la Noria era: ¿por qué Romero no juega?
En la Champions Cup, Romero tuvo la oportunidad de demostrar su valía. Saltó al campo con hambre de gloria, con ganas de demostrar que su talento no había desaparecido. Y lo hizo. Su gol, un disparo certero, un grito de liberación, fue mucho más que un simple tanto. Fue una declaración de intenciones, un mensaje claro: Luka Romero está aquí para quedarse.
El gol de Romero desató la euforia en la Noria. Los aficionados celebraron con rabia, con pasión, con la ilusión de ver a su equipo retomar el camino de la victoria. El nombre de Romero se coreó en las gradas, su imagen se viralizó en las redes sociales, su gol se convirtió en el símbolo de la esperanza celeste.
El gol de Romero no solo fue importante por el resultado, sino también por el reencuentro con la afición. Los aficionados volvieron a enamorarse del juego del joven argentino, de su talento, de su garra, de su pasión.
Romero demostró que es un jugador diferente, un jugador capaz de marcar la diferencia, un jugador que puede ilusionar a la afición. Su gol fue un recordatorio de su potencial, de su capacidad para brillar en la Noria.
12/03/2025
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11/03/2025
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