Por Jorge Cuevas
Tabó estuvo varios torneos como delantero de Cruz Azul, aunque lo usaban menos que en la actualidad al “Cuate” Sepúlveda. Tal vez por eso no se le recuerde como jugador de la “Máquina”.
Se fue a Uruguay con Liverpool y le fue todavía peor. Después de nueve partidos en aquel equipo y un rendimiento pobre, el equipo decidió que lo dejaría libre y le terminaron su contrato ante de tiempo.
El uruguayo llegó a La Noria con la promesa de ser un revulsivo, un jugador capaz de desequilibrar y aportar goles. Pero la realidad fue muy distinta: su paso por Cruz Azul se caracterizó por la irregularidad, la falta de oportunidades y un rendimiento muy por debajo de las expectativas.
Antes de llegar a Cruz Azul, Tabó había mostrado destellos de calidad en otros equipos de la Liga MX. Su paso por Puebla y Atlas dejó buenas sensaciones, con goles y asistencias que demostraban su potencial. Su velocidad, su habilidad para el uno contra uno y su capacidad para generar peligro lo convertían en un jugador interesante.
En Puebla, especialmente, Tabó vivió sus mejores momentos en México. Se convirtió en un referente del equipo, un jugador clave en el esquema ofensivo. Sus actuaciones llamaron la atención de otros clubes, y finalmente, fue Cruz Azul quien se hizo con sus servicios.
Su fichaje por Cruz Azul generó expectativas entre la afición. Se esperaba que Tabó aportara frescura y desequilibrio al ataque celeste, que se convirtiera en un jugador importante en la lucha por los títulos.
Sin embargo, su paso por La Noria fue una decepción. Las oportunidades fueron escasas, y cuando las tuvo, no logró aprovecharlas. La falta de continuidad, los cambios de técnico y la competencia interna fueron factores que influyeron en su bajo rendimiento.
Cuando tuvo minutos, Tabó no logró marcar la diferencia. Su rendimiento fue irregular, con destellos de calidad aislados y una falta de efectividad que lo alejó del protagonismo.
La presión de jugar en un equipo grande, la exigencia de la afición y la falta de confianza pudieron haber afectado su desempeño. Pero la realidad es que nunca logró mostrar el nivel que se esperaba de él.
Su salida de Cruz Azul era un final inevitable. La falta de oportunidades, el bajo rendimiento y la necesidad de buscar nuevos horizontes lo llevaron a tomar la decisión de abandonar La Noria.
Su paso por Cruz Azul dejó un sabor amargo en la afición. Se esperaba mucho más de él, pero la realidad fue muy distinta. Su carrera en la Liga MX, que había comenzado con brillo, se vio opacada por su paso por el equipo celeste.
03/03/2025
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