Por Gonzalo Gonzales
Con la partida de Billy Álvarez se pensaba que se vendrían mejores épocas para el equipo, a tan solo un año de su salida de la Noria se logró ganar el título que tantos años se buscó y que sentó un precedente para la máquina cementera. Después de romper la mala racha, los éxitos llegarían después de haberse desecho de la presión.
Sin embargo las cosas cambiaron, la llegada de Víctor Velázquez solo complicó más las cosas y ahora tiene al equipo sumido en una crisis de la que no se ve escapatoria cercana. Por lo pronto el equipo no ha tenido un buen torneo Clausura 2023 y tras la salida de Raúl ‘Potro’ Gutiérrez el proyecto deportivo de Cruz Azul parece perdido.
Lo peor de la gestión, han sido los terceros que meten su cuchara en asuntos de los que no tienen la menor idea de cómo tratar las cosas dentro de la cancha, gente que forma parte de la comitiva del presidente y que en cada oportunidad deja en claro el porque de la la situación actual del equipo, un club sin pies ni cabeza.
Las decisiones en Cruz Azul ya no son tomadas por Carlos López de Silanes, quien de acuerdo a Adrián Esparza Oteo salió por la puerta de atrás del club, sin ningún comunicado, ni un aviso sobre su salida, un completo misterio sobre como se manejan las cosas dentro de la máquina. Hasta el momento las cosas no han cambiado y el club no tiene un director deportivo oficial.
Quienes le reportaban a López de Silanes eran unos recién llegados al club, en la parte de inteligencia deportiva Jorge Dávalos y José Luis Ortega llegaron a ocupar los cargos de coordinador y gerente del departamento de Coordinación e Inteligencia Deportiva en Cruz Azul, ambos le reportaban al director deportivo, pero con la salida de Silanes, parece que su equipo de confianza se queda y le terminarán reportando al 'Conejo' Pérez.
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