Por Gonzalo Gonzales
Es difícil imaginar que siendo el ídolo de la afición, la figura del equipo, y amado por todos, termines siendo insultado poco después, cosas que pasan en el futbol, a menudo sin explicación, o termina siendo una muy rebuscada y hasta cierto punto absurda.
Jugar para el equipo rival, luego de dar gloria y alegrías a un club al que profesabas cariño y respeto no es fácil, desde la decisión de aceptar la oferta, hasta el volver a jugar en el estadio que alguna vez llamaste hogar, debe ser un momento duro, claro, si es que esas palabras no eran falsas.
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Muchos no logran entender que el futbolista, a final de cuentas, debe tomar decisiones profesionales, porque su trabajo es jugar futbol y busca un mejor puesto como cualquier persona en lo laboral y si les llegan buenas ofertas no van a pensar tanto en aceptar una mejor propuesta que los lleve a ganar más dinero.
La afición piensa que los futbolistas le tienen la misma pasión al equipo de sus amores que el jugador que idolatran, olvidan que ellos no llegan a sentir la misma empatía con el equipo, no es que no existan esos jugadores, pues se han visto varios casos donde pasa, y en Cruz Azul no es la excepción.
Jonathan Rodríguez, delantero que contribuyó de gran medida en la obtención de la novena, ahora se volvió wila, incluso ya le marcó a Cruz Azul y la afición, como era de esperarse, no le muestra el mismo cariño, para prueba el partido pasado, donde Juan Escobar le propinó una dura barrida, acción que la afición aplaudió y enalteció, parece que la huella del Cabecita en Cruz Azul no es imborrable para todos.
22/11/2024
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