Por Miguel Perez
Contrario a otros fichajes, el de Franco González por Cruz Azul fue fugaz y transparente. La mañana de este jueves se dieron a conocer los detalles y todo apunta a que para el anochecer esté todo sellado para que el Cepillo sea propiedad celeste a falta de la firma final.
Sin embargo, salió a la luz la mala práctica que la directiva celeste tuvo con la del Danubio, pues si bien llegaron a un acuerdo por 2 millones de dólares por el 80 por ciento de los derechos federativos del jugador, Víctor Velázquez y compañía le tendieron una trampa a los dirigentes charrúas.
Arturo del Campo, presidente de Danubio, quien detallara lo que los cementeros le ocultaron al cerrar el traspaso, asegurando que Cruz Azul nunca le mencionó que cederían a González a Peñarol si los mexicanos no lograban registrarlo por el tema de plazas de extranjero.
“No teníamos información de que luego Cruz Azul lo pudiera prestar a Peñarol, eso nunca nos lo hicieron saber. No me gusta cuando las cosas no se hablan directo. Me hubiera gustado que hubiesen sido sinceros. No sería ni preguntable porque Peñarol no tiene un jugador de esa clase; me tendrían que abrazar y dar una plaqueta”, fueron las palabras del directivo uruguayo luego de haberse cerrado el traspaso.
Es sencillo, la Máquina debe deshacerse de Christian Tabó para liberar así una plaza de extranjero; León y Puebla están interesados. Es cierto que los celestes ya tienen una disponible tras no registrar a Iván Morales, pero esta la reservan para un delantero Top por llegar las próximas semanas.
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