El exobitante salario y los motivos que alejaron a este jugador de Cruz Azul

El tan sonado fichaje de Alan Pulido al Cruz Azul a principios de temporada únicamente quedo en suspenso debido a un obstáculo financiero que dejo a los aficionados desilusionados. El delantero mexicano, quien actualmente juega en la Major League Soccer (MLS) de Estados Unidos, percibe un salario elevado de 2.2 millones de dólares anuales, una cifra que ha impedido su incorporación al equipo cementero.

El interés de Cruz Azul en contar con Alan Pulido como refuerzo para la delantera había generado expectativas en la afición, dada su experiencia y habilidades goleadoras. Sin embargo, el alto salario que el delantero percibe en la MLS habría complicado las negociaciones, ya que el equipo mexicano se encuentra trabajando dentro de un presupuesto establecido.

La situación económica y las limitaciones financieras del club han llevado a que las pláticas para concretar el fichaje no hayan llegado a buen puerto. A pesar del interés mutuo y la voluntad de ambas partes en su momento de negociar, la brecha entre las expectativas salariales de Pulido y la realidad financiera de Cruz Azul han sido un obstáculo difícil de superar.

La directiva del Cruz Azul ha mantenido un enfoque responsable en la administración de recursos, buscando equilibrar la calidad de los refuerzos con la estabilidad económica del equipo. Esto ha llevado a que algunas oportunidades de fichaje, como la de Alan Pulido, se vean comprometidas por cuestiones presupuestarias.

En este contexto, el equipo también se había acercado al delantero colombiano Rafael Santos Borré como una alternativa para fortalecer su plantilla. Sin embargo, las negociaciones para su fichaje también han experimentado dificultades y hasta el momento no se estaría concretando su incorporación al equipo.

¿Cómo esta Cruz Azul en el ámbito de la delantera? 

La situación del fichaje caído de Santos Borré agrega un elemento adicional de incertidumbre en la delantera del Cruz Azul. La necesidad de contar con un atacante efectivo se mantiene latente, y la directiva deberá considerar cuidadosamente las opciones disponibles para reforzar esta posición clave en el equipo.