Ni el Potro, ni el Cata, el verdadero responsable de la derrota de Cruz Azul

Ningún árbitro se equivoca de manera intencional, es fácil entender que con juegos de altísimo nivel y en un deporte de contacto como el fútbol se equivoquen, para disminuir eso es que fue creado el VAR, aunque en México se debe tener un curso intensivo de su uso, pues hasta el día de hoy ha sido muy desastroso y polémico.

Sí bien esos errores no son pensando en perjudicar a algún equipo, Cruz Azul tiene bastantes historias curiosas en ese ámbito, desde errores garrafales que años después se reconocen, hasta silbantes evitando sus goles por interponerse en el camino, como fue el caso de Óscar Macías que atravesándose evito un gol para Cruz Azul en un juego vs Toluca.

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El mayor error arbitral en contra de Cruz Azul podría ser ese golpazo que mandó a terapia intensiva al entonces joven promesa César Villaluz, jugada que era un penal claro en tiempo extra que pudo haber significado la novena estrella en el escudo mucho antes de la recientemente obtenida.

En el partido vs Rayados de Monterrey, la Máquina estaba desplegando un buen futbol dentro de sus capacidades, habían intervenciones de José de Jesús Corona y en general el equipo lucía sólido, incluso yéndose arriba en el marcador con gol de Uriel Antuna, pero un error del cuerpo arbitral revivió al equipo regiomontano.

¿Quién es el verdadero responsable de la debacle Azul?

En una jugada dividida en la banda donde Cruz Azul había recuperado el esférico, el silbante Cesar Arturo Ramos marcó una falta inexistente que le abrió la puerta a Monterrey de mandar un centro al área, centro que fue muy bien buscado por Germán Berterame, lo que originó la reacción regia que volvió loca a la defensa celeste. Parece siempre que el silbante quiere el protagonismo de todos los partidos que dirige.