Por Miguel Perez
En el futbol existen infinidad de historias en las que un entrenador, un futbolista o un club dejaron pasar una gran oportunidad y solamente el tiempo les hace ver su error. Pues así le pasó a Cruz Azul con el joven mediocampista Stephen Eustaquio, futbolista que la Máquina deshecho y ahora juga en el Porto de Portugal.
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Algunos no se acordaran de él, pero la afición cementera no lo olvidará, pues llegó con grandes reflectores después de la salida abrupta de una figura como era Iván Marcone. El luso-canadiense solo pudo jugar dos partidos con Cruz Azul, uno en Copa Mx y uno en liga, ninguno fue completo.
En su debut en Liga MX, entró de cambio en partido frente a Xolos de Tijuana. Después de ser expulsado, el VAR intervino y le quitó la tarjeta roja, aunque por lo que sucedió después seguro hubiera preferido haberse ido expulsado. 20 minutos después de haber entrado al campo, sufrió una lesión muy fuerte.
Una rotura de ligamento cruzado en la rodilla izquierda lo mandó 8 meses lejos de las canchas. Para cuando se recuperó, Caixinhia ya no era el entrenador y Siboldi no lo tomó en cuenta. Así que regresó a Portugal, recuperó el nivel que lo había hecho promesa y hoy en día juega en un grande de Portugal, el Porto.
Será mundialista
Ahora Eustaquio vive un gran momento y se ha convertido en una pieza clave para que la selección canadiense este calificada a la Copa del Mundo. Durante el octagonal brilló junto con una selección canadiense que terminó como primer lugar. Si todo sale bien, a finales de año jugará su primer mundial con la Hoja de Maple
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