Por Jorge Cuevas
La afición pide a gritos un estadio para Cruz Azul, pues están hartos que en un lapso de año y medio, han jugado en tres diferentes, pero en estos tres recintos no logran sentirse en casa. Si tomamos como referencia que el Estadio BBVA de Rayados costó 200 millones de dólares, en datos del mismo equipo, pues la "Máquina" ya sabe más o menos lo que tendría que invertir para un recinto propio.
La falta de un estadio propio es un tema recurrente entre la afición de Cruz Azul. Muchos aficionados sienten nostalgia por un estadio que represente la identidad y la historia del club. Un lugar donde puedan sentirse como en casa y donde puedan crear una atmósfera única y especial.
La realidad es que Cruz Azul ha tenido que compartir estadio con otros equipos a lo largo de su historia. Primero fue el Estadio Azul, luego el Estadio Azteca y ahora el Estadio Ciudad de los Deportes. Si bien estos estadios han sido escenario de grandes alegrías para la afición celeste, la realidad es que no son nuestros.
La distancia entre las gradas y el terreno de juego es considerable. Esto dificulta la visibilidad de los aficionados y hace que se sientan alejados del partido. Además, la estructura del estadio, con su pista de atletismo y sus amplios espacios abiertos, no favorece la creación de un ambiente íntimo y de presión como en otros estadios.
Nada más de 2015 a 2019, pagaron más de 40 millones de pesos por usar el Estadio Azul. Después, en el Estadio Olímpico también terminarán pagando más de 10 millones de pesos si alcanzan liguilla.
Cruz Azul está derrochando dinero en rentas, que bien pudo haberse ahorrado en una alcancía para poder construir su estadio y evitar tantas broncas actuales.
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