Por Jorge Cuevas
Parece que en Cruz Azul, ser canterano o mexicano joven significa a ser candidato a borrado por Vicente Sánchez. Son varios que han corrido la misma suerte: Andrés Montaño, Carlos Vargas, Alexis Gutiérrez y por último, Amaury Morales.
Pintó para ser la gran esperanza de la "Máquina" a futuro y cada que le brindaron la oportunidad, rindió con creces. Pero, con Vicente Sánchez cada vez ve menos minuto de juego, claro ejemplo lo que sucedió ante Seattle en Champions Cup, donde solo lo puso a jugar un minuto y eso que rotó plantilla.
Amaury Morales es un talento creciente, pero en la banca difícilmente podrá seguir aumentando su nivel, experiencia y fogueo. Y todo eso suena irónico, cuando su anterior chamba era la de formar a jugadores de la Sub 23.
La ilusión de ver a jóvenes promesas florecer en La Noria se ha convertido en una sombra de frustración. El nombre de Vicente Sánchez, auxiliar técnico de Cruz Azul, resuena con fuerza en los pasillos del estadio y en las redes sociales, no precisamente por sus aciertos, sino por una preocupante tendencia: el entierro del talento joven mexicano.
La llegada de Andrés Montaño y Alexis Gutiérrez generó un torbellino de expectativas. Dos jóvenes con un futuro prometedor, fichajes que ilusionaban a una afición sedienta de ver nuevas caras brillar con la camiseta celeste. Sin embargo, la realidad ha sido un jarro de agua fría. La actividad de partido para ambos ha sido prácticamente nula, relegados a la banca o, peor aún, a la tribuna.
Andrés Montaño, un mediocampista con visión de juego y capacidad de desequilibrio, llegó a Cruz Azul con la etiqueta de ser uno de los talentos más prometedores del fútbol mexicano. Alexis Gutiérrez, por su parte, un jugador con garra y entrega, buscaba consolidarse en un equipo grande. Ambos, sin embargo, se han encontrado con un muro infranqueable: la falta de oportunidades.
La pregunta que resuena en la mente de la afición es clara: ¿Por qué? ¿Por qué un cuerpo técnico que se jacta de impulsar el talento joven decide relegar a estos jugadores al ostracismo? La falta de minutos no solo frena su desarrollo, sino que también mina su confianza y su motivación.
El caso de Carlos Vargas es aún más alarmante. El defensa, que llegó a Cruz Azul con la esperanza de relanzar su carrera, no ha disputado ni un solo minuto bajo la dirección de Vicente Sánchez. Un borrado total, una señal inequívoca de que su futuro en La Noria es incierto.
La falta de minutos para Vargas no solo afecta su carrera, sino que también genera dudas sobre la gestión del cuerpo técnico. ¿Qué criterios se utilizan para decidir quién juega y quién no? ¿Por qué un jugador que llegó con expectativas se encuentra en el olvido total?
La falta de confianza del cuerpo técnico en los jóvenes talentos es un golpe duro para el proyecto deportivo de Cruz Azul. La apuesta por la experiencia, si bien es válida, no puede convertirse en un obstáculo para el desarrollo de las nuevas generaciones.
El talento joven es el futuro del fútbol mexicano, y Cruz Azul, como uno de los equipos más grandes del país, tiene la responsabilidad de impulsarlo. La falta de oportunidades para jugadores como Montaño, Gutiérrez, Vargas y Morales no solo afecta sus carreras, sino que también mina la credibilidad del proyecto deportivo del club.
07/03/2025
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